La conquista por la equidad de género ha sido un proceso largo y parsimonioso para la mujer latinoamericana. Si bien nuestra región se ubica en una posición positiva si se compara con otras regiones del globo, la equidad de género es definitivamente un objetivo ineludible del s.XXI, no solo porque representa la concreción de un derecho humano sino además por los efectos virtuosos que genera en la sociedad.
El 2020 ha sorprendido al mundo entero con la pandemia de la COVID-19, pero sus efectos no han sido iguales en todas las latitudes, ni en los distintos sectores económicos, ni para todos los grupos humanos, sea que los organicemos por edad, sexo o condición socioeconómica.
La pandemia ha significado un duro golpe para la mujer latinoamericana en su desarrollo laboral. En esta ocasión, el motivo no es la brecha salarial o la discriminación de género en los puestos de trabajo, sino que en ese impacto diferenciado que ha tenido la pandemia, justamente ha afectado las actividades y sectores económicos en los que principalmente ellas se desarrollan: 60% de los empleos realizados por mujeres en América Latina es encuentran en sectores catalogados en la pandemia de riesgo alto y medio alto.
Adicionalmente, las mujeres latinoamericanas de bajos ingresos son las que presentan el mayor riesgo en sus empleos durante la COVID-19: El 94% de los trabajos realizados por mujeres latinoamericanas de ingresos bajos se encuentran en los sectores catalogados por la pandemia de riesgo alto y medio.
Conclusión: Los trabajos realizados por mujeres latinoamericanas son los más riesgosos durante la pandemia y sus puestos de trabajo, los más vulnerables.
Este es el mensaje y la alerta que nos hacen Sary Levy-Carciente y Giannina Raffo en estas ilustraciones y gráficas interactivas: