Al leer artículos, entrevistas y escuchar declaraciones públicas se evidencia bastante coincidencia con relación a las caracterizaciones que hacen los economistas de la actual crisis económica que enfrenta el país, de sus causas, y sobre las medidas de ajuste que recomiendan para salir de ella. Incluso, al abordar el tema de la dolarización como una de las posibles salidas se percibe una suerte de acuerdo casi unánime al opinar que tal medida no es viable, o no es conveniente, en el caso de Venezuela. A pesar de admitir los beneficios casi inmediatos que traería la oficialización de la dolarización completa de la economía, las desventajas que observan privan para coincidir en manifestar que tal medida es inapropiada para el país.
La dolarización es una propuesta que muy probablemente apoyaría la mayoría de la población, en particular los más pobres, quienes por lo general no han tenido acceso a divisas y son los que sufren con mayor rigor esta crisis. Resulta difícil creer que, frente a la alta y creciente inflación que afecta a nuestra economía y que ha dejado a nuestra moneda prácticamente sin valor, haya ciudadanos que prefieran percibir sus ingresos en bolívares ante la posibilidad de recibirlos en dólares, euros o cualquier otra divisa que sea fuerte y estable. A pesar de esto, tanto los que hoy nos gobiernan como quienes se proponen dirigir al país en la eventualidad de un cambio de Gobierno, no aconsejan tomar una medida que contaría con la aprobación de la gran mayoría de los ciudadanos.
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Fuente: cedice.org.ve