Hace un año la Conferencia Episcopal Venezolana en la Exhortación Pastoral “Renovación Ética y Espiritual Frente a la Crisis” sostuvo que: “El mayor problema y la causa de esta crisis general, como hemos señalado en otras ocasiones, es la decisión del gobierno nacional y de los otros órganos del poder público de imponer un sistema político-económico de corte socialista marxista o comunista”. De allí cabe reflexionar acerca de que significa un sistema económico socialista y sus implicaciones en las largas colas para conseguir productos que satisfagan necesidades básicas y en los altos niveles de inflación.
Para ello, a continuación se presenta una breve revisión de los cinco indicadores de la más reciente medición del Índice de Libertad Económica en Venezuela (ILE), realizado por el Fraser Institute, para aproximarnos a una caracterización del socialismo venezolano desde el punto de vista económico.
El primer indicador es “Tamaño del Gobierno”, a partir de acá se busca responder si ¿cada ciudadano es responsable de decidir y mantenerse a sí mismo o requiere de la protección del gobierno para satisfacer sus necesidades? Entre los 152 países que mide el ILE, Venezuela está entre los 10 primeros países en donde los ciudadanos menos son responsables de decidir y mantenerse por sí mismos; porque requieren de la protección del gobierno para satisfacer sus necesidades. Ello se evidencia en que los gastos del gobierno van en mayor crecimiento en relación con los gastos de las personas, lo que conduce a que sea el gobierno quien asigne los recursos. A parte, existe una gran cantidad de transferencias y subsidios, los cuales son ayudas que el gobierno entrega a la gente, centrado en que la pobreza se elimina dando recursos a las personas y no tanto con la capacidad que cada persona tenga de satisfacer sus necesidades produciendo sus propios recursos.
Otro elemento de suma importancia que mide el gran tamaño del gobierno venezolano son las empresas públicas que existen en relación con las empresas privadas. De acuerdo al ILE, Venezuela es el país en el mundo que más empresas públicas tiene en comparación con las empresas privadas, lo que quiere decir que la producción de riqueza reflejada en alimentos, vestidos, vivienda, recreación, salud, educación, calzado, entre otros; esta principalmente en manos del gobierno y no de los ciudadanos. Esta tendencia en Venezuela fue creciendo aceleradamente a partir del año 2005, cuando empezó con mayor fuerza las políticas de expropiaciones, tomadas del modelo del socialismo de la Europa oriental y parte de Asia durante el siglo XX, la cual ocasionó pérdidas de la producción y largas colas para conseguir productos básicos en Rusia, Ucrania, Camboya, China, etc.
Este desabastecimiento, producto de las expropiaciones, es denunciado por San Juan Pablo II, como se deduce del numeral 41 de su encíclica Centesimo Anno, al inferirse que cuando los socialistas expropian no tienen en cuanta la función social de la propiedad y esto origina “penuria de las cosas necesarias y la ineficacia económica”; porque las empresas que estaban en manos de quienes demostraron ser más capaces para sacarles partido, se pusieron en manos de quienes la manejan con ineficiencia.
Por último este el indicador del Tamaño del Gobierno, refleja que Venezuela es un país que cobra altos impuestos, a pesar de la renta petrolera y de sus altos niveles de endeudamiento.
El segundo indicador del ILE es el de la Estructura Jurídica y Derechos de Propiedad. Acá se trata de responder ¿En dónde están mayormente protegida la vida, integridad y bienes legítimamente adquiridos por las personas? De acuerdo a los 152 países que estudia el ILE, Venezuela es el país en donde menos se protege la vida y los bienes legítimamente adquiridos. Desde el punto de vista económico, ello se respalda con las siguientes variables. Primero, Venezuela es el país donde menos se respeta el derecho de propiedad, en consonancia con el socialismo marxista que sostiene que debe ser eliminada la propiedad privada de los factores de producción, trayendo incluso como consecuencia el incentivo al hampa común, porque nadie tiende a respetar la propiedad del otro. Todo esto en medio de la percepción de la poca separación de los poderes públicos del Estado Venezolano, hasta tal punto del famoso año en el que los Magistrados del Tribunal Superno de Justica gritaron “Uh Ah Chávez no se va”; hecho que es escandaloso para cualquier República que respete la separación de poderes.
Otro elemento de este indicador es que Venezuela, junto a Togo, la República del Congo y la República Central Africana; es el país donde mayor existe interferencia de los militares en la política. Cosa que no existe en los países donde hay menores niveles de pobreza y donde se considera que a mayor interferencia de los militares en la política, hay mayores niveles de corrupción.
El tercer indicador del ILE es el de “Moneda Sana”, acá se evidencia que Venezuela es el país con la inflación más alta del mundo y por una sola razón: el gobierno produje más billetes que la producción de bienes y servicios del país. Ello genera la ilusión de que a mayor cantidad de dinero hay mayor riqueza, sin tomar en cuenta que el dinero no produce riqueza sino los bienes y servicios que satisfacen necesidades.
El cuarto indicador del ILE es el de las “Regulaciones”, la cual busca responder ¿en dónde se cree más en la perspicacia empresarial con audacia y creatividad? Para este caso, Venezuela es el país en donde menos se cree en esa perspicacia, luego le siguen Zimbague, Burundi y Angola. Ello debido a las altas regulaciones a los empresarios, por encima de lo normal a nivel mundial.
El último indicador es el de “Comercio Internacional”, que busca responder ¿en dónde es más fácil adquirir lo mejor del mundo y dar lo mejor al mundo?, siendo Venezuela el país en donde es más difícil, no solo por el control de cambio, sino por el tiempo que tardan los productos en las aduanas, por los impuestos y requerimientos para importar y exportar, cosa que es totalmente fuera de lo común a la gran mayoría de los países del mundo.
De allí la necesidad de si considerar si el desabastecimiento en Venezuela obedece a la “guerra económica” que sostiene el gobierno nacional, tal como lo mencionaba el gobierno de Ucrania y otros países de la Europa Oriental durante el Socialismo del Siglo XX y que lo llamaban “guerra a la colectivización”, o si se debe a la estructura de incentivos que ha originado el gobierno desde hace más de 15 años en cuanto un gobierno muy grande, una moneda no sana, la eliminación de la propiedad privada de los factores de producción por medio de las expropiaciones, trabas para el comercio internacional y grandes regulaciones a los empresarios como en ninguna otra parte del mundo.
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Fuente: cedice.org.ve