Que estos días nos sirvan para reflexionar acerca de lo importante que significa el ahorro en los ciudadanos; sea cual sea las circunstancias que se vivan. El ahorro debe estar en la mente de cualquier venezolano y no es porque desconozca la realidad, sino que es algo que debe convertirse en un hábito y, en consecuencia, estar incluido en las metas personales que nos trazamos cada año.

Estoy convencido, que los ciudadanos debemos luchar y hacer respetar los derechos: universales, inalienables, inviolables e indivisibles. Pero algo fundamental que debe exigirse y existir, es que los padres de las familias venezolanas y profesores, deben inculcar a sus hijos y alumnos, lo importante que significa trabajar dignamente, aspirar a ser profesional, tener mucha dedicación y empeño, ganas de superarse, hacer el bien y trasmitir los valores y ética en las familias, que son la gasolina del motor para conformar una gran sociedad.

La familia venezolana, en los últimos años, ha sobrevivido a gobiernos proteccionistas y en los últimos 22 años socialista o comunista, siempre velan por los intereses de las instituciones públicas, la protección a empresarios. Pero sobretodo, por sus intereses personales y la de su entorno. Su administración se basa en el uso del dinero ajeno (empresa privada y ciudadano) y en base a eso, destinar el manejo de los recursos y fondos a su libre conveniencia e interpretación política.

Es por ello, que se vuelve difícil el ahorro en Venezuela, los gobiernos han fracasado en sus políticas económicas, no han destinados fondos de ahorros para momentos de crisis (petrolera, energética, de salud, etc). Más bien, han hecho todo lo contrario, se han encargado de propiciar el quiebre de empresas, limitar la capacidad de compra y endeudar a la nación con la venta (además con descuento) de los activos de todos los venezolanos.

Sin embargo, es cuando en estos en estos momentos (de crisis mundial) es que nos damos cuenta lo importante que es el ahorro, siempre y cuando haya sido en dólares; que, por cierto, debe ser la única moneda de circulación en nuestro país.

Mi recomendación sería: fomentar y enseñar a una sociedad, que deben llevar un presupuesto personal de lo que se gastan o estiman gastarse en el mes y en base a eso buscar la manera de dejar un 5% para el ahorro. Digo 5% porque sería empezar a culturizar ese hábito, pero lo ideal sería un 20%. Eso lo aprendí de un colega de trabajo y siempre lo he tenido presente. El hecho de ahorrar esa proporción de los ingresos, implica saber elegir y planificar bien las principales variables o actividades de desembolsos recurrentes: salud, mercado, educación, vivienda, pagos de servicios y recreación.

Debemos como sociedad y ciudadanos, reiventarnos, ser emprendedores (bien sea en un trabajo propio o no), buscar la manera de mejorar día a día y ver la oportunidad cuando otros puedan que vean una amenaza. Ser positivo, no caer en pesimismos, buscar de darle la vuelta a las cosas e importante no esperar a que otros hagan algo por ti. No podemos controlar el entorno.

También, como ciudadano tenemos el derecho de exigir a que los gobiernos se ocupen de garantizar seguridad jurídica a los venezolanos, velar a que las instituciones públicas sean autónomas y brinden las mejores condiciones, para  que el ciudadano y la empresa privada, puedan desarrollar sus actividades en un ámbito de competencia sana y amigable para poder cumplir las metas económicas, y así lograr que el hábito de ahorro se pueda materializar con mayor facilidad y  así poder sobrevivir en momentos de crisis y de situaciones adversas.

Por último, me gustaría que cada uno de los venezolanos que puedan ayudar en su entorno inmediato en estos momentos de crisis, háganlo. La solidaridad en estos tiempos debe ser predominante. Cada uno dentro de su entorno y sus posibilidades.

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Fuente: www.cedice.org.ve