3 de mayo, Día Internacional de la Libertad de Prensa. Este año se recibe este día de forma muy diferente en Venezuela, país que atraviesa una grave crisis política por la dictadura recrudecida en los actuales momentos, pero que data desde 1999, año en el que se aprobó la actual Constitución por medios distintos a los previstos.

Este año será diferente porque será otro día de marcha y manifestaciones por parte de todos los venezolanos que exigimos restitución del Estado de Derecho; la destitución de los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y de los directores del Consejo Nacional Electoral; el reconocimiento de la Asamblea Nacional y la celebración de elecciones generales.

Estas manifestaciones son coordinadas por los distintos voceros de la oposición a través de las redes sociales.

Nos enteramos del desenvolvimiento de estas manifestaciones a través de las redes sociales.

Nos enteramos de los resultados de estas manifestaciones y de cualquier otra convocatoria a través de las redes sociales.

Nos enteramos de los hechos de violencia contra la población civil de distintas zonas del país por parte de los colectivos (en realidad paramilitares) a través de las redes sociales.

Ante la destrucción sistemática de los medios tradicionales de comunicación, las redes sociales se han convertido para los venezolanos en la fuente de información, con todas las consecuencias que ello conlleva.

Así como desde Cedice Libertad hemos denunciado que a partir del año 2007 se identifica una política sistemática de desconocimiento de la propiedad privada por actuación u omisión del Poder Público, denunciamos que parte de este ataque a la propiedad privada lo constituyen los ataques a los medios de comunicación.

A título de ejemplo recordemos que El Carabobeño, diario en circulación por más de 80 años, pasó a semanario ante las dificultades para conseguir papel prensa debido al monopolio que tiene el gobierno a través del Complejo Editorial Alfredo Maneiro, y en febrero de este año salió definitivamente de circulación.

Por parte del Estado se ha venido dando, así un proceso de monopolización de los medios de comunicación e insumos para publicar, en un intento que ha sido denunciado por Isabel Pereira, coordinadora del Observatorio de Derechos de Propiedad por instaurar una hegemonía comunicacional en el país.

Desde Cedice Libertad hemos enfatizado que la propiedad privada no es sólo un tema económico y patrimonial: es principalmente ético, y justamente la “hegemonía comunicacional” por parte del Estado constituye un perfecto ejemplo de ello. A través de esta política se han eliminado los medios de comunicación imparciales, que han sido sustituidos por medios que no permiten el ejercicio pleno de la libertad de prensa, con lo cual el derecho a estar informados; a ejercer nuestra libertad de expresión y a desarrollar la libertad económica en esa área, se han visto amplia y frontalmente socavados.

Los 33 días de resistencia que llevamos los venezolanos desde el primero de abril son un esfuerzo por restaurar el Estado de Derecho, que se identifica con límites al poder del Estado y el reconocimiento de derechos y libertades, entre ellos la libertad de prensa. Esperemos que el 3 de mayo de 2018 sea para recodar este día de 2017 como un paso más para recuperar los derechos y libertades de los venezolanos.

Andrea Rondón García es Doctora en Derecho de la Universidad Central de Venezuela. Profesora de la Universidad Católica Andrés Bello. Directora del Comité de Derechos de Propiedad del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad).

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Fuente: cedice.org.ve