El 2 de marzo se cumplen 93 años del nacimiento de Murray Newton Rothbard el gran
economista y pensador liberal americano del Siglo XX.
Rothbard no fue solo un economista. Fue un profundo conocedor de la filosofía, la ciencia
política y la historia y también nos dejó obras extraordinarias en esas materias.
Rothbard es el gran responsable del crecimiento del liberalismo en los Estados Unidos de
América en el Siglo XX. Sin Rothbard, es muy probable que la llama de la Escuela Austríaca de
economía se hubiera definitivamente apagado a pesar del tardío Premio Nobel que recibió
Friedrich Hayek en 1974.
Al igual que Hayek, Rothbard fue un discípulo predilecto del gran Ludwig von Mises. No
obstante, en contraste con el carácter calmado de Hayek, Rothbard fue un luchador que
llevó su batalla más allá de las discusiones estrictamente académicas.
Rothbard fue responsable de la creación del Cato Institute, el cual abandonó porque su
compromiso con la libertad no admitía tibiezas. Luego de abandonar el Cato Institute, Rothbard
participó en la fundación del Mises Institute, su gran legado institucional para los liberales de
esta época.
Además Rothbard participó activamente en la creación y desarrollo del Partido Libertario que
sigue siendo el tercer partido más importante de los Estados Unidos de América. Rothbard no
temió involucrarse en la lucha política y allí propinó y recibió golpes como el mejor de los
activistas. No hubo un campo de batalla que Rothbard rehuyera.
Como académico Rothbard fue un individuo excepcional. Su obra cumbre Man, Economy and
State, es un tratado de economía austríaca solo comparable a la “Acción Humana” de su
maestro Ludwig von Mises. También hay que destacar “La Ética de la Libertad”, su obra
filosófica más relevante. No obstante, al igual que su maestro, Rothbard sufrió las
consecuencias de su coherencia, sinceridad y valentía. Las grandes universidades americanas
jamás le abrieron sus puertas ya que Rothbard no estaba dispuesto a apaciguar la radicalidad
de sus análisis ni a entrar en el juego cortesano propio de esos ambientes.
En su pensamiento, Rothbard fue más allá de su maestro Mises. Abandonó el liberalismo
clásico cuando se convenció que el Estado era el enemigo más formidable de la libertad y que
no era posible un compromiso entre ambos. Así Rothbard evolucionó hacia el
anarcocapitalismo, llevando su reflexión académica en defensa de la libertad hasta las últimas
consecuencias.
En el plano personal, Rothbard era un individuo encantador. Alma de las reuniones, disfrutaba
de la compañía de sus amigos tanto como sus amigos disfrutaban con su maravillosa
conversación que revelaba que Rothbard tenía intereses y pasiones que iban mucho más allá
de las áreas que ocupaban su trabajo académico.
Rothbard falleció prematuramente a los 68 años pero nos dejó como legado un grupo de
discípulos que garantizan la continuidad de la Escuela Austríaca de economía, entre los cuales
destaca Hans-Hermann Hoppe, quien probablemente sea el que mejor represente el espíritu
indomable de Rothbard.
La huella de Rothbard sigue y seguirá viva para que la llama de la lucha por la libertad jamás
se apague incluso en las peores circunstancias.
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Fuente: www.cedice.org.ve