La crisis venezolana ha hecho que más de 10% de la población haya tenido que emigrar en busca de una mejor calidad de vida, lo que ha causado que muchos países hayan recibido gran cantidad de migrantes venezolanos, especialmente jóvenes nacidos a partir de 1980. La migración masiva puede ser considerada un problema para los países hospedadores si estos no tienen la capacidad de recibir a una gran masa de personas en un periodo corto de tiempo, por lo que han optado por implementar controles de migración más rígidos, principalmente para los venezolanos. Pero es especialmente un problema para los jóvenes, debido a que por situaciones que nunca estuvieron bajo su control, resultó electo un gobierno socialista (una izquierda más radical de los que habían gobernado con anterioridad) que llevó al país a la miseria y se vieron obligados a emigrar, dejando atrás a sus familiares, amigos, y todo lo que habían logrado conseguir hasta ese momento.
Lo importante resaltar aquí es la causa originaria de esta situación, que muchos venezolanos por no estar bien informados tienden a ser blandos con el socialismo del siglo XXI, puesto que en muchos casos llegan a señalar que el problema venezolano no es el socialismo, sino la corrupción de los gobernantes, idea que no es del todo acertada.

Es correcto que los gobernantes venezolanos son unos corruptos, pero ese es un problema de toda la región, y la crisis venezolana sin duda alguna es la peor que ha vivido un país en el siglo XXI, sufriendo una pérdida del 49,2% del PIB, la hiperinflación más alta de su historia y como se comentaba anteriormente, la diáspora masiva.

Entonces los problemas que tiene Venezuela deben tener otra causa que no sea la mera corrupción de políticos inútiles, ya que de ser así, gran parte de Latinoamérica sería igual de pobre que nosotros. La respuesta es sencilla: la implementación de un modelo socialista que ha empobrecido a la población, como sucedió en la URSS, China, Cuba, y cualquier otro país que se haya dejado seducir por la izquierda, la evidencia empírica así lo confirma y no hay duda de que el socialismo destruye los países, y que no hay mejor alternativa para hacer crecer a un país que un sistema liberal.

Sin embargo, en este momento mi intención no es demostrar la evidente superioridad del capitalismo, ni como el comunismo (para efectos prácticos, lo mismo que el socialismo) ha matado a 100 millones de personas a lo largo de la historia debido a políticas económicas terribles.

Sino evidenciar la responsabilidad que tenemos los venezolanos, especialmente los jóvenes como supervivientes de la tragedia que ha sido el socialismo, de difundir como la izquierda arruinó nuestro país, envió a la pobreza extrema más de la mitad de la población, destruyó la eficiencia de PDVSA, expropió las empresas privadas, y demás atrocidades, debido a que siguieron al modelo socialista planteado por Marx, implementado más tarde por Lenin, Castro, Mao, entre otros, y ninguno resultó ser exitoso. Tenemos que tener claro que como jóvenes, nuestra generación dejará huella en la historia por las cosas que hagamos durante nuestras vidas ¿Y cómo deja huella una generación? Cultura, y este aspecto es fundamental porque involucra muchos elementos, desde música, teatro, arte, que de distintas maneras logran calar entre la población y moldean su forma de actuar y pensar, esto es importante puesto que no podemos esperar tener un país libre sin que la sociedad demande esas libertades, por lo cual es necesario una transformación cultural que haga del venezolano promedio un ser medianamente capaz de entender todo el daño que nos hicieron las ideas de izquierda.

Afortunadamente en los últimos años hemos contado con una gran colaboración propagandística de muchas partes diferentes, los grandes humoristas del país señalan los defectos del sistema comunista, músicos como la Vida Bohème y Viniloversus han compuesto varias canciones antigubernamentales, además de muchas producciones audiovisuales que señalan la pobreza en la que está hundida Venezuela. Pero es importante que como individuos nos enriquezcamos con conocimientos en el área económica, para así divulgarlos y desmentir con argumentos contundentes las falacias de la izquierda, que quiere desestimar los hechos que han sucedido los últimos años en el país.

Como jóvenes la principal ventana que debemos usar para señalar todo lo que he dicho anteriormente son las redes sociales, donde cada uno como individuo tiene la capacidad de transmitir un mensaje, especialmente cuando la mayor cantidad de usuarios en las redes sociales son menores de 30 años.

Algunos tienen una audiencia más amplia que otros, pero la intensión es crear una conciencia colectiva donde tengamos claro el origen de los problemas estructurales del país, y que la solución es en definitiva la libertad, tanto económica como individual. Esta libertad tiene que ser demandada por nosotros para evitar que vuelvan a morir innecesariamente personas, debido a las terribles decisiones tomadas por el gobierno.

Por lo tanto, los jóvenes venezolanos tanto dentro como fuera del país, tenemos una responsabilidad enorme con la humanidad, porque lo que hemos vivido no debería suceder en otra sociedad más nunca en la historia. A cada persona que haya muerto por falta de alimentos o medicinas le debemos un mundo donde eso no vuelva a suceder, especialmente los que hayan emigrado a México y Argentina, quienes deben de tener muy en claro las razones por las cuales Venezuela era el país más rico de la región en el siglo XX y en un par de décadas pasó a ser el más pobre. Tenemos que divulgar nuestras historias vividas en comunismo para empatizar con el que desconoce la realidad del mismo y nunca olvidar lo que nos llevó a la miseria, para así así evitar que la tragedia se repita.

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Fuente: www.cedice.org.ve