De acuerdo a la última versión de la encuesta ENCOVI elaborada por la UCV, UCAB y USB, el 87% de los hogares en Venezuela entran en la categoría de POBRES y muestran un 80% de inseguridad alimentaria. Asimismo, el 89% de las familias pobres no tiene suficientes ingresos para comprar alimentos, por lo que se encuentran en alto riesgo de hambruna.

Sólo el 13% de los hogares venezolanos son considerados NO POBRES, lo que significa una incremento de un 80% en la pobreza entre el 2013 y el 2018, medida por línea de ingreso:

Pobreza (por LI)

Pobreza (por LI)

Asimismo, de acuerdo a esta encuesta, se ha incrementado la mortalidad infantil y se ha reducido la esperanza de vida de manera alarmante. En tal sentido, en el 2016 el excedente de muertes infantiles asociadas a la crisis se calculó en más de 5.000; mientras que en el 2018 se pronosticó en 20.000, mientras se redujo en aproximadamente 4% la esperanza de vida.

Estos funestos resultados obtenidos en los últimos seis años del régimen, demuestran una acumulación de efectos negativos de las políticas erradas de gasto público, que han sido ineficientes y de alto impacto inflacionario, generando un nivel de depauperación sin precedentes en la historia económica contemporánea de Venezuela.

Todos estos indicadores sociales que revela la última entrega de la mencionada encuesta, dan fe de la crisis humanitaria en la que está sumida el país y que no se puede tapar con un dedo.

Elaborado por: Econ. Karelys Abarca
Observatorio Gasto Público, Cedice Libertad
Twitter: @karelitabarca