Venezuela en Índices
Avance, progreso, crecimiento, desarrollo, bienestar, calidad de vida, satisfacción y felicidad son algunos de los términos que asoman derroteros deseables para las sociedades.
Mientras se señala con frecuencia, que el crecimiento económico no genera necesariamente desarrollo, y que los altos niveles de desarrollo tampoco aseguran la satisfacción de las necesidades de las poblaciones, simultáneamente, se reconoce que sin crecimiento no se alcanza el desarrollo y sin éste, resulta imposible mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
La concepción de desarrollo se ha transformado desde una definición unidimensional, concreta, agregada, a nivel macro y con carácter eminentemente cuantitativa, a una conceptualización multidimensional, con énfasis en sus determinantes micro y considerando los principios, los valores y las apreciaciones cualitativas de los beneficiarios finales.
De lo anterior deriva la importancia de considerar el conjunto de mediciones que han ido emergiendo y que tratan de asir los múltiples factores concurrentes al proceso de desarrollo.
Venezuela en Índices ofrece una lectura al desempeño del país en esa diversidad de aristas en contraste con los países de la región, para servir de guía al desarrollo de políticas que fomenten el desarrollo de una ciudadanía libre y responsable.
Los caminos de la democracia en América Latina
Desde el año 2006 hasta el 2018 el Índice de Democracia nos permite constatar la trayectoria y los caminos que han tomado las democracias en América Latina. Evidenciando principalmente tres caminos, para algunos países trayectorias estables y positivas. Otros con un poco de aciertos y desaciertos (aleatoriedad) a lo largo del mismo, y encontramos países que en este tiempo han profundizado sus modelos autoritarios, como son los casos de Venezuela y Nicaragua.
Como se puede observar en el Gráfico 1, la referencia de Cuba como modelo autoritario es notable para los países de Venezuela y Nicaragua, cuyos comportamientos en el tiempo es de mayor acercamiento al mismo; cada vez se hace más real aquello que decía Hugo Chávez que “Cuba es el mar de la felicidad. Hacia allá va Venezuela, estamos navegando en el mismo mar de igualdad y de justicia”, resulta que ya se encuentra muy cerca de su puerto.
Especialmente luego del 2015, existe un quiebre significativo (estadísticamente) en el comportamiento de Venezuela y Nicaragua; inclusive del mismo Cuba, cuya estabilidad en el tiempo se corrompe y comienza a empeorar su situación. Es como si se tratase de una fuerza gravitacional, un agujero negro que se encuentra en el año 2018 y que quiere engullirse a esos tres países, un factor de poder oscuro y oculto, pero que también podemos inferir quienes son y cuáles son sus intereses.
Gráfico Interactivo 1 – Resultados del Índice de Democracia en América Latina. Años 2006 al 2018
Fuente: Elaboración propia.
En el caso específico de Venezuela, la misma presenta la variación más negativa al comparar los resultados del 2006 versus los del 2018, resultando con una pérdida del 40% de su democracia. En el lapso en estudio, el año 2015 resulta ser clave para el quiebre de la democracia definitiva en Venezuela. Es el año en el cual la oposición obtiene la victoria en las elecciones para el Poder Legislativo y con ella su mayoría absoluta. Pero acorralado el régimen, inicia una serie de decisiones antidemocráticas ante de su instalación en enero 2016; designando los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia, ratificando a los miembros del Consejo Nacional Electoral, y colocando los poderes restantes a personas fieles al oficialismo. Esto ha repercutido en el deterioro de la democracia, sus instituciones y en la aceleración desenfrenada de su perfil autoritario.
Con el Índice de democracia es palpable para el 2018 y a lo largo del tiempo (2006-2018) tres grupos de países de acuerdo con el camino que han elegido. El primero y más notables son los más negativos y anteriormente mencionados en detalle: Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Luego un grupo de países estables y muy positivos como son Uruguay, Costa Rica y Chile; siendo además Costa Rica el país que presenta la mayor estabilidad en el tiempo, al comparar sus resultados anuales y obtener la menor desviación estadística en toda Latinoamérica.
Finalmente tenemos un cumulo de países que presenta una tendencia más aleatoria en resultados medios de la democracia. De ellos podemos resaltar a Bolivia, que, si se observa bien, tiene una tendencia autoritaria hasta el año 2017, corrigiéndola sorpresivamente en el 2018 con una mejora puntual. También tenemos el caso de Argentina que ha estado mejorando en el tiempo, así como Ecuador quien presenta la mayor variación positiva al comparar su valor del 2006 con el del 2018.
Esperemos que, para los próximos años, los caminos de la democracia en América Latina se consoliden en los países más democráticos y mejoren en aquellos que cada día se deterioran más. Los organismos de integración son factores claves en rescatar el orden democrático en los países con tendencias hacia modelos autoritarios o en aquellos que pierden el camino de la plena democracia.
Autores:
Jhoner Perdomo; Mauricio Phélan; Sary Levy-Carciente
#AsíGastanTuDineroDiseño: Giannina Raffo
Foto: Reuters