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Venezuela: un crecimiento precario de bajo alcance y menor penetración

Foto: Reuters

Cada vez que Venezuela muestra leves signos de recuperación, se debe a iniciativas privadas, pero cuando se frena de golpe se debe a las pésimas políticas públicas del régimen, que más que políticas públicas son medidas de intervención para sabotear la economía de mercado, por eso nadie confía en ellas. Entre las principales medidas que están frenando la recuperación de Venezuela en el corto plazo, tenemos el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), el aumento exponencial en el pago de servicios, aumento en la burocracia, la corrupción, retrocesos en soluciones digitales públicas y el incremento de los flujos migratorios de su capital humano.

1. IGTF

El Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF) se reformuló este año, para incluir transacciones financieras en moneda extranjera o criptomonedas, en un intento bastante ineficaz por desdolarizar la economía. A pocos meses de su transformación, los efectos negativos que se esperaban se han manifestado, debido a que este tributo es en efecto un impuesto al consumo, que encarece los productos y contrae la demanda de bienes y servicios. De acuerdo al presidente de Conindustria, Luigi Pesella, el IGTF opera como el IVA, es decir como un impuesto en cascada, de manera que el 3% de la tasa se termina convirtiendo en un incremento entre 12% y 18% del costo del producto. Este incremento en los precios de bienes y servicios finales, además de contraer el consumo y desacelerar el crecimiento económico, también tiene un efecto inflacionario que impacta en el bienestar de los ciudadanos en diferentes ámbitos.

Tal como se previó desde que se anunció la reforma del IGTF a inicios de este año, este impuesto está afectando la producción y operatividad de las empresas formales, pero también en los trabajadores, que ven en riesgo sus puestos de trabajo. Por todos los efectos de esta medida fiscal, sin duda se ha convertido en uno de los mayores frenos al crecimiento de la economía venezolana en el corto plazo.

2. Incremento en el pago de servicios

En medio de la crisis económica y el impacto de la pandemia, el régimen permitió fuertes incrementos en las tarifas de servicios como aseo, telefonía e internet, incrementándose entre el 80% y 750% en los servicios de telecomunicaciones durante el año 2020. Después de mantener regulados por muchos años los servicios de telecomunicaciones, precisamente en auge (cuando la gente podía pagarlos) el régimen pretende que un pequeño empresario, una familia o cualquier agente de la economía pueda pagar unos servicios tan caros después de la contracción generada por la pandemia, servicios que además de caros son de pésima calidad y muestran continuamente fallas.

3. Aumento de la burocracia

De acuerdo al Índice de Burocracia para América Latina (IB-LAT), Venezuela es el país más burocrático de la región, afectando con sus innumerables trámites y su lentitud de respuestas principalmente a los pequeños empresarios, aunque afectan a todos los agentes de la economía. De acuerdo a la medición de este índice para su última entrega, en Venezuela se identificaron unos 68 trámites exigidos por 18 instituciones gubernamentales distintas, de los cuales 45 son exigidos a cualquier tipo de empresas y 23 trámites adicionales dependiendo del sector al que pertenezcan, de manera que se terminan consumiendo en trámites más de mil horas en promedio al año de la jornada productiva, casi 3 veces más del tiempo que gastaría un pequeño empresario por ejemplo en un país como España.

Los resultados del IB-LAT para Venezuela reflejan porqué el país tiene un limitado crecimiento, hay una fuerte tendencia a la informalidad, la productividad de las empresas es baja y no es posible controlar la inflación. Es casi imposible ser un empresario exitoso en Venezuela.

4. La corrupción

De acuerdo a la última entrega del Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional (2021), Venezuela se ubica entre los países más corruptos en una muestra de 180 países, con una puntuación de 14 puntos, tal que las puntuaciones más cercanas a cero corresponden a los países más corruptos y los cercanos a 100 los más transparentes. Venezuela se ubica apenas después de Somalia (13), Siria (13) y Sudán (12), todos países sin libertades humanas y sin democracia. En América Latina, Venezuela es el país más corrupto de la región, seguido de Haití (20 puntos), Nicaragua (20 puntos), Honduras (23 puntos) y Guatemala (25 puntos).

El incremento exacerbado de la corrupción en el país no sólo deteriora la calidad institucional y el bienestar público, sino que dinamita toda posibilidad de desarrollo económico sostenible, porque la corrupción genera costos transaccionales y malgasta recursos ineficientemente.

5. Retrocesos en soluciones digitales públicas

Mientras muchos países de América Latina avanzan en diseñar soluciones digitales para agilizar los trámites de los ciudadanos, en Chile, México, Colombia; en Venezuela se ha retrocedido enormemente en el tema.

Por ejemplo, uno de los portales más importantes para los venezolanos dentro del país y el exterior, SAIME, estuvo caído desde principios de este año, dejando a las embajadas de Venezuela en el mundo sin la posibilidad de dar citas para tramitar pasaportes. En este portal se han mostrado graves fallas que impiden que los venezolanos obtengan sus documentos de identidad (un derecho constitucional).

Cuando más se requería el soporte de portales digitales para trámites, precisamente en el auge de la pandemia, fue precisamente cuando los venezolanos no contaron con estos servicios. Otro de los elementos que están frenando la recuperación de Venezuela en el corto plazo es precisamente la burocracia, que encarece la vida de los venezolanos al generarles pérdida de tiempo productivo que dedican en hacer trámites y papeleos que se podrían hacer online, en vez de a trabajar con eficiencia e innovación.

Otro ejemplo que vale la pena mencionar es caso del portal de la Alcaldía del Municipio Libertador en Caracas, que desde comienzos de año ha reducido la posibilidad de realizar una serie de trámites que habían logrado agilizarse por su digitalización. Información recibida en la Alcaldía indica que a las bases de datos fueron hackeadas o pirateadas y que por ello los trámites ahora hay que hacerlos de forma presencial. Por ejemplo, el pago del derecho de frente, y la actualización de la cédula catastral correspondiente era un trámite sencillo y rápido y favorecía la transparencia y la obtención de ingresos por tributos a la alcaldía. Ahora, el trámite ha sido definido personalísimo, por lo que se exige o la presencia física del dueño del inmueble o un poder notariado del mismo a quien vaya a solicitar la renovación de la cédula catastral, que es exigida renovar cada 2 años. El trámite, puede exigir entre 4 y 8 horas en cola, para tramitarla. Luego hay que esperar que salga la nueva cédula catastral y tras recibirla, volver a realizar otra larga cola para conocer lo adeudado por el inmueble y luego realizar el pago correspondiente en los entes bancarios aceptados. Así un trámite que duraba minutos, ahora exige semanas.

6. Flujos migratorios de capital humano especializado

Según cifras oficiales actuales del Observatorio de Migrantes Venezolanos de ACNUR/OIM, existe un flujo de aproximadamente 6.133.473 venezolanos en el mundo, de los cuales el 83% se ubica en América Latina y el Caribe (5.083.998 personas). Los venezolanos en Latinoamérica según cifras de este observatorio, se concentran principalmente en los siguientes países: Colombia (1.800.000), Perú (1.300.000), Ecuador (513.900) y Chile (448.100). Es decir, que los cuatro países andinos mencionados, concentran el 80% de la migración de venezolanos en Latinoamérica (Observatorio ACNUR/OIM, 2022).

En el documento del BID  “Una mirada al futuro para Venezuela” (2020) se expresa que el capital humano, insumo fundamental para la reconstrucción de la economía venezolana está diezmado, porque la mayor proporción ha emigrado ante el terrible panorama nacional. Este elemento en particular no sólo frena el crecimiento productivo en el corto plazo, sino que compromete el crecimiento de largo plazo. De acuerdo a la encuesta Encovi 2021 casi la mitad de los emigrantes tiene edades comprendidas entre 15 y 29 años, el tramo restante está en el tramo de 15 a 49 años, una pérdida valiosa de capital humano para recuperar la economía.

Conclusiones

La crisis económica en la que se encuentra hundida Venezuela es el resultado del intervencionismo estatal y una gestión de las políticas públicas muy propia de los sistemas socialistas, que han terminado por desarticular y empobrecer al país. Más de 20 años del chavismo en el poder han diezmado la economía, las instituciones democráticas y provocado una crisis migratoria sin precedentes. Cuando el sistema muestra algunos signos de recuperación, por efecto de iniciativas privadas, el régimen inventa formas para sofocar a la sociedad y llevarla al mismo nivel de miseria donde ha querido tenerla siempre, mientras se sigue alimentando del dinero de todos los venezolanos.

Sin la debida transformación política y el rescate institucional, con garantías de libertad política y económica, todo intento de recuperación tendrá un límite muy bajo, incapaz de rescatar la calidad de vida del ciudadano venezolano.