Introducción

La descentralización nunca se ha mostrado tan tentadora como hoy. Con la llegada de la pandemia por COVID-19 todas las economías sufrieron un golpe súbitamente bajo, poniendo al rojo vivo a cualquier sistema económico nacional y empujando contra la pared a cualquier dinámica antes conocida; por raro que suene, durante los últimos 3 años mientras los gobiernos hacían malabares para mantener sus estructuras de mercado, se popularizó aún más el uso de criptomonedas, tecnología blockchain y el interés por las Decentralized Finance (DeFi).

El presente ensayo busca profundizar en el uso de las DeFi como opción monetaria de acuerdo a los estándares propuestos por la escuela austriaca de economía. En las siguientes líneas se pretende explorar qué son las DeFi, cuáles son los conceptos asociados a ellas, qué riesgos representan, cómo su implementación puede alinearse a la premisa señalada y si las DeFi representan una opción viable para alcanzar la descentralización en el mundo actual de acuerdo a los estándares de la escuela austriaca de economía.

En añadidura a lo anterior, con la finalidad de explorar de DeFi este trabajo definirá las Central Bank Digital Currencies (CBDCs), las stablecoins y su relación con DeFi, entendiendo que los dos activos digitales antes mencionados coexisten con otra serie de activos digitales los cuales no representan una arista de investigación del todo relevante para contestar lo planteado en este ensayo, mientras que en paralelo las finanzas tradicionales representan un factor de suma importancia para el mundo actual; en especial consideración de los recientes acontecimientos en el mundo y su vinculación con los reclamos por una sociedad mucho más libre y descentralizada.

La línea de ideas a exponer en este trabajo busca tomar en consideración varias ideas introducidas por la escuela austriaca de economía, más específicamente aquellas expuesta por Ludwig Von Mises, por Frederich Hayek y por Murray N. Rothbard como parte de su producción académica; adicionalmente, también se busca reflexionar sobre la implementación y la forma en que DeFi puede ser utilizado en la actualidad bajo la concepción austriaca.

Finalmente, parece esencial mencionar que si bien este ensayo busca estudiar la posible implementación de las DeFi como alternativa monetaria, no es menester de lo expuesto aquí favorecer a alguna de las dos posturas naturales en este tema: su implementación o su no implementación; al contrario, el objeto último de lo aquí expuesto es considerar una serie de hechos y realidades para poder alcanzar una breve conclusión respecto al tema en cuestión.

Las DeFi y las CBDC, sus riesgos y aclaraciones

Para poder entender a cabalidad este ensayo resulta de vital importancia sentar las bases, por lo que es necesario entender que el término DeFi es una abreviación del concepto de Decentralized Finance (finanzas descentralizadas), que es definido como aquellas aplicaciones digitales construidas en la tecnología blockchain que permiten transacciones digitales entre múltiples partes, esencialmente, las DeFi cuentan con una característica distintiva que es la de no estar reguladas por ningún tipo de autoridad financiera[1].

Seguidamente, el concepto en el cual se basan las DeFi -o mejor dicho sistema-, es la tecnología blockchain o en español cadena de bloques, son un tipo de libro de contabilidad público que actúa como un registro abierto y confiado de transacciones entre dos o más partes y que no está regido por una autoridad central[2]. El punto clave de esta tecnología es que está destinada a activos digitales, incluídas las criptomonedas y que además es esencialmente una tecnología descentralizada, que en principio está desprovista de la supervisión de entidades gubernamentales, bancos o terceros de cualquier tipo[3].

En materia financiera, la mencionada característica descentralizada que ofrece la tecnología blockchain y que se conjuga con las DeFi, consiste en el uso de mecanismos que facilitan la interacción entre varias partes, de manera que es posible afirmar que las DeFi alcanzan ciertos niveles automatizados de consentimiento entre las partes por medio de aplicaciones como smart contracts (contratos inteligentes) que realizan determinadas acciones una vez se han alcanzado ciertos requisitos[4].

Una acotación vital a realizar es que DeFi funciona con la existencia de una serie de activos digitales privados y son estos activos los que caracterizan este ecosistema, en adelante se hablará sobre una clase peculiar de activos que conciernen a las premisas planteadas en este ensayo por su naturaleza distintiva –stablecoins y CBDCs, sobre entendiendo la existencia de otros activos digitales descentralizados no regulados y con una valoración propia dentro de DeFi.

Entre los numerosos activos que pueden ser encontrados en las DeFi se encuentran unos de naturaleza centralizada, por lo que ahora concierne establecer de forma clara que es una Central Bank Digital Currency (CBDC), pues en cuanto a su concepto es necesario realizar algunas distinciones fundamentales. Una CBDC no es más que una forma de dinero digital proveniente del banco central de cualquier país, la cual es moneda de curso legal que es un crédito proveniente del banco central y no de algún otro banco, siendo que estas se encuentran administradas en libros contables digitales[5]. Al respecto, es importante esclarecer que las CBDCs pudiesen estar basadas en tecnología blockchain o no, por lo que no siempre pueden ser fácilmente reconocidas en la difusa categoría de DeFi[6].

Como se mencionó antes, las CBDCs son activos digitales emitidos por bancos centrales que pueden estar establecidos con tecnología blockchain -o no, he aquí una cuestión fundamental: ¿es posible categorizar a las CBDCs bajo la etiqueta de DeFi? Para responder esta pregunta es necesario comprender primero que en paralelo a las CBDCs existen las stablecoins (monedas estables), las cuales son “criptomonedas cuyo valor está vinculado al de una moneda respaldada por algún gobierno, como el dólar estadounidense”[7], pero aquí el truco está en entender que las CBDCs son popularmente conocidas como stablecoins, pero no todas las stablecoins son CBDCs.

Es así cómo es posible establecer con fuerza un primer punto, las stablecoins son activos digitales respaldados en alguna moneda -comúnmente el dólar americano- mientras que las CBDCs son monedas de curso  legal (activos digitales) emitidas por la autoridad monetaria central[8]. Volviendo a la pregunta del párrafo anterior, no queda la menor duda de que las CBDCs, en principio no forman parte de las DeFi.

Otro punto a tratar sobre las stablecoins es su carácter complejo, es decir, si bien es cierto que algunas stablecoins son descentralizadas como DAI, la cual se encuentra colateralizada por Ether, algunas otras no, ese es el caso de USDC, que se encuentra respaldada por una reserva de dólares americanos resguardados en una cuenta bancaria auditada[9], en efecto se trata de una stablecoin centralizada.

Aclarada la conceptualización de las DeFi, stablecoins y las CBDCs, es imperativo meter la pata en las aguas más profundas de este mundo: los riesgos. Afirmar de buenas a primeras que las DeFi se encuentran totalmente descentralizadas y son una opción viable para la descentralización es un sueño que lamentablemente es susceptible de discusión, dicho en otras palabras, las DeFi no son el paraíso descentralizado que muchas personas ansían que sea.

Existen dos razones principales por las cuales las DeFi no están del todo descentralizadas, en primer lugar, se necesita de cierto gobierno o control para tomar decisiones operacionales, en segundo, algunos mecanismos favorecen que el poder se acumule en usuarios o actores específicos[10]. Adicionalmente, también es relevante acotar que si bien el funcionamiento de las DeFi es aparentemente descentralizado, ha quedado demostrado que las DeFi se sirven de las stablecoins para mejorar su viabilidad y algunas de estas están centralizadas; cabe acotar que para el 24 de abril de 2022 las stablecoins representaban un valor de 180 billones de dólares[11] de los 2.1 trillones de dólares que representa el mercado de cripto[12] y de un total de 239 billones de dólares americanos en DeFi[13].

A manera de nota al margen, es importante considerar que en los últimos días de abril el valor total de las stablecoin ha presenciado una caída de alrededor de 50 billones de dólares, dicha caída va de la mano con una tendencia decreciente en el valor de los cripto activos debido al conflicto Rusia-Ucrania[14].

Retomando lo anterior, un informe del primer cuarto del año pasado demuestra que las stablecoins facilitaron un volumen de transacciones de aproximadamente 1 trillón de dólares americanos[15]. Consecuentemente, no sólo es fácilmente apreciable su valor en cifras, sino que además la lógica detrás del crypto trading permite deducir que las stablecoins son una manera para el usuario promedio de generar rendimientos en sus cripto activos y aliviar los posibles efectos adversos propios de la volatilidad del mercado[16].

Todas las acotaciones anteriores nos llevan a una verdad vital para este trabajo: en la práctica las DeFi dependen en cierta forma de las stablecoins, o cuanto menos, las stablecoins representan una manera de luchar contra los riesgos de las DeFi. En ese sentido, queda claro que las DeFi son extremadamente volátiles pero sucede que además están rodeadas de una serie de problemas de seguridad[17] que llevan ineludiblemente a la siguiente pregunta: ¿son las DeFi siquiera viables?

En efecto, al analizar la importancia de las stablecoins y su relación con las DeFi queda asentado un primer argumento respecto a la viabilidad de decentralized finance. El segundo argumento relevante concierne a los problemas de implementación de DeFi, entendiendo que un punto clave es su descentralización, la cual se ha manifestado como una serie de prácticas para evadir sanciones legales y que han dado refugio a muchas prácticas criminales como el lavado de dinero[18].

Incluso si se llegase a suponer que DeFi funcione perfectamente, habría que entender que el dinero se encuentra en mayor parte en los sistemas tradicionales de finanzas -mejor conocidos como bancos- y que las DeFi, inevitablemente, tendrán que ofrecer algún tipo de inter-operacionalidad con estos sistemas de TradFi (abreviación para finanzas tradicionales)[19].

Siguiendo esta línea de ideas, los problemas operativos de decentralized finance se hacen más presentes que nunca al colocar dicha tecnología bajo el estudio de las premisas que plantea este ensayo; especialmente al considerar que (i) la escalabilidad de DeFi está sujeta a la condición de registrar públicamente cada transacción y que por ende representa un límite al número de transacciones plausiblemente realizables por los límites propios de la plataforma[20], (ii) la falta de regulación y la inherente característica de DeFi para evadir cualquier tipo de regulaciones bajo la promesa de descentralización genera una gran cantidad de riesgos[21] y (iii) las stablecoins si bien ofrecen cierto nivel de estabilidad, no dejan de ser activos en esencia distintos a las CBDCs, por lo que basan su valorización en distintas técnicas de colateralización o respaldan su valor en mercados secundarios que carecen de liquidez y por ende son un riesgo[22].

Por no mencionar que la llamada descentralización que hace a DeFi una alternativa atractiva en realidad no es tan real, entendiendo que tal como se mencionaba antes, DeFi requiere de cierto control operacional para asegurar su funcionamiento y que, en añadidura a ello, sobre los desarrolladores de las sofisticadas estructuras de código asociadas a decentralized finance recae un poder sin igual de alterarlas cuando ellos lo deseen[23].

Entonces, queda demostrado que DeFi en realidad no es tan viable, al menos por el momento existen una cantidad de desafíos que resolver para implementar propiamente decentralized finance en todo el glamour de su ideal y globalmente. Además, queda claro que las stablecoins (distinguiendo estas de CBDCs) son vulnerables a una serie de realidades financieras; de este conjunto de afirmaciones sólo se deduce que la implementación de DeFi parece ser total y rotundamente imposible.

Empero, aunque queda claro que DeFi por el momento tiene que resolver muchos desafíos para actuar de forma enteramente autónoma, eso no excluye el uso de DeFi en el mundo actual. El profesor Fabian Schär en un ciclo de conferencias enfocado a la pregunta: ¿Necesitan las DeFi seguras de CBDCs? organizado por el Bank for International Settlements, respondió de forma contundente que “no”[24], más específicamente, aclaró que no tiene sentido plantearse si las finanzas descentralizadas necesitaban de un activo centralizado, pero que era más interesante preguntarse qué posibilidades podría crear la coexistencia de DeFi y CBDCs[25].

Cómo se mencionó anteriormente en este ensayo, el uso viable de DeFi se encuentra vinculado al uso de stablecoins, las cuales de una forma u otra representan una suerte de protección contra la volatilidad del mercado pero a la vez son vulnerables a una serie de inconsistencias financieras, lo cual hace de las stablecoins, de acuerdo con Gary Gensler, “poker chips” (fichas de poker)[26]. Por lo que en lo siguiente, conviene reflexionar si la implementación de DeFi en conjunto con vertientes de las finanzas tradicionales se sostiene en las premisas sobre las que busca reflexionar este trabajo.

Diálogo entre ideas de la Escuela Austriaca y la Implementación de DeFi

Realizadas las breves aclaraciones conceptuales y consideraciones sobre DeFi, CBDCs y stablecoins, en las siguientes líneas se analizará cómo las ideas y teorías de la escuela austríaca de economía se relacionan o no con la implementación de dichas tecnologías. Empezando por rastrear una noción sobre la política monetaria en lo expuesto por Ludwig Von Mises, Frederich Hayek y posteriormente Murray N. Rothbard.

Así pues, conviene empezar con una nota sobre los acontecimientos recientes que permiten conversar sobre la implementación de DeFi y CBDCs en el mundo actual: países imprimiendo dinero como si fuesen hot dogs en un juego de los Yankees, lo cierto es que, en virtud de la crisis generada por la pandemia por Covid-19, muchos países se plantearon tácticas de money financed fiscal programs o en un lenguaje más sencillo monetization o money printing (impresión de dinero)[27].

Estas tácticas consisten en una forma de financiar a los gobiernos por medio de la emisión de pasivos sin intereses en la forma de dinero que se encuentre en circulación o reservas del banco central siempre y cuando el banco pueda evitar pagar intereses en dichas reservas[28]. Es fácil entender cómo casi todos los gobiernos -por no decir todos- quisieron acudir a estas prácticas con la finalidad de hacer malabares para mantener sus economías a flote, de hecho, es posible observar ejemplos de estas prácticas asociados a otras crisis financieras, ese es el caso de Alemania y el Reichsbank luego de la primera guerra mundial[29], Turquía y su crisis financiera de la década de los 90s[30] o el caso de la crisis financiera de Zimbabwe en los 2000s[31].

El estudio detallado de los tres casos mencionados permite ver como cada crisis financiera se encuentra asociada a una serie de factores, entre ellos, prácticas de money printing o tomar prestado de bancos nacionales, entre otras maneras de denominar a estas prácticas. Resulta curioso que Ludwig Von Mises ya advertía sobre los efectos nocivos de estas prácticas en su tratado Human Action, al mencionar que la cantidad de dinero disponible en la economía siempre es suficiente para asegurar para todos el acceso al dinero y que todos aquellos gastos o esfuerzos dirigidos a aumentar la cantidad de dinero bien podrían ser llamados desperdicios[32].

Complementando lo expuesto por Mises, Murray N. Rothbard agrega que “Si se otorga al gobierno el monopolio de la emisión y de la oferta monetaria, inflará la oferta para su propio beneficio, en detrimento de quienes carecen de poder político”[33]. De esta afirmación se desprende que estas tácticas monetarias se encuentran en total conflicto con lo que afirma la escuela austriaca y que además representan un riesgo para el desarrollo de la economía nacional.

Sin embargo, decir que todos los gobiernos acudieron a estas tácticas realmente puede ser algo engorroso, al revisar cada una de las políticas implementadas y la forma en que se pusieron en práctica se vuelve difuso establecer con seguridad si en efecto se trata de monetization o no. El tema da para una investigación mucho más profunda en la cual este ensayo no profundizará por cuestiones de espacio y porque dicha categorización no es útil a los efectos de responder las premisas aquí planteadas, pues basta con observar si la situación de crisis ocasionada por la pandemia generó una producción imminente de pasivos exentos de intereses -de alguna forma- por parte de los Estados y si en efecto se trata de supuestos equiparables a los casos ya mencionados.

Lo que sí es una realidad es que los países emplearon políticas agresivas para financiar sus acciones de gobierno y poder cubrir de alguna forma los gastos asociados a los planes de ayuda en el marco de la pandemia[34], paradójicamente, durante los años de pandemia aumentó el interés en los cripto activos y los activos digitales de forma exponencial[35], por no mencionar que el valor de estos también experimentó picos de subida durante todo este tiempo[36].

Es esta situación la que deja la puerta abierta a DeFi y permite estudiar la interrogante planteada en este ensayo, particularmente porque al final del día las políticas de este corte involucran una tendencia inflacionaria que se pretende moderada y controlada[37]. Como respuesta a esta clase de riesgos, los austriacos ya preveían que la producción monetaria configurada en estas prácticas y por parte del gobierno o la autoridad gubernamental llevaría inevitablemente a un enfoque inflacionario[38].

Solo luego de examinar esta realidad es que se hace posible afirmar que las prácticas ejecutadas durante el periodo de crisis ocasionado por la pandemia afectó al razonamiento financiero de las personas en tal medida, que muchos intentaron conseguir un desahogo en cripto activos o activos digitales como respuesta a una creciente inflación. Al estructurar un diálogo con los austriacos surge en paralelo la siguiente pregunta: ¿si es un buen momento para DeFi, acaso no es un buen momento para el oro?

Si bien el enfoque principal de este ensayo no es el oro, no es posible dejar de lado su consideración en todo este caos que se ha vuelto el panorama de la evolución económica; muchos han reflexionado sobre la posibilidad de que este aparente estado de crisis fuese el paso definitivo para una vuelta al oro por medio de aumentar su rol como activo privado y consecuentemente habilitar la puesta en práctica de determinados mecanismos para facilitar su inclusión en la economía[39].

Sin embargo, lo que presenció el mundo fue una aparente crypto-mania (manía por cripto) donde claramente no se puede apreciar una ejemplar vuelta al oro. Lo que sí se puede apreciar hoy en día -porque en el mundo del cripto todo es posible- son cripto activos con un valor respaldado en reservas de oro, este punto resulta particularmente llamativo de tratar por su aparente similitud con el sistema Bretton Woods, en cualquier caso, actualmente Tether Gold y PAX Gold son los dos cripto activos respaldados en oro más importantes y se muestran como una especie activo mucho más estable al estar directamente vinculados a una reserva de oro[40].

PAX Gold por su lado, puede ser categorizado como una stablecoin que funciona con un sistema sumamente único, ya se explicaba anteriormente que algunas stablecoins siguen siendo activos disociados de la idea de DeFi al ser regulados por terceros o involucrar a intermediarios en su uso, en otras palabras, que funcionan bajo un esquema de centralized finance (CeFi). Al revisar si es este el caso de PAX Gold, es útil responder si es un activo no custodiado, si alguien puede detener una transacción de forma unilateral y si alguien puede detener el protocolo[41], en consideración de estos requisitos, PAX Gold representa un raro y logrado caso de intento de DeFi, pues el activo realmente no está del todo custodiado, existen muy pocos supuestos en el que se puede detener una transacción y no es posible detener el protocolo, al menos inicialmente[42].

La extinta práctica de respaldar el valor de la moneda con su equivalente en oro aparentemente ha resucitado en cripto activos como PAX Gold, su ejemplo es útil para explorar la re inclusión del oro en la economía y ver exactamente como se ha diversificado el mundo de DeFi, aunque sobre PAX Gold solo resta decir que en realidad es una forma de DeFi con un gobierno mínimamente centralizado[43] -énfasis en el minimamente.

Irónicamente, el desarrollo de los sucesos en la evolución de DeFi es de interés para este ensayo por el solo hecho de que ha surgido casi enteramente del interés de las personas, aunque es cierto que existen creadores específicos de los activos que están a disposición a lo largo y ancho de DeFi, las personas han encontrado un atractivo bastante peculiar en una plataforma que ofrece libre comercio monetario y, con la llamada no existencia de bancos, una especie de libre comercio bancario.

Este atractivo presenta un factor muy intrigante al manifestar cierta reminiscencia con la propuesta de desnacionalización monetaria de Hayek, donde abogó por una serie de condiciones para lograr esta desnacionalización, más concretamente la propuesta dice así:

…los países del Mercado Común, preferiblemente junto con los países neutrales de Europa (y es posible que más tarde los de Norteamérica), se comprometan mediante un tratado formal a no obstaculizar en manera alguna el libre comercio dentros de sus territorios de las monedas de cada país (incluidas las monedas de oro) o el libre ejercicio, por instituciones legalmente establecidas en cualquiera de los aludidos territorios, de la actividad bancaria sin trabas[44].

Propuesta de la cual se deduce que es necesaria la: “supresión de todo tipo de control de cambios y de regulación del movimiento de dinero en estos países y también a la plena libertad de utilizar cualquiera de esas monedas tanto en la contratación como en la contabilidad”[45]. Al presentar esta propuesta Hayek pretendía estructurar una clase de proceso de competencia entre buen dinero y mal dinero, de tal forma que las personas efectúen un proceso de selección natural y descarten al mal dinero por el buen dinero[46].

Una manera más sencilla de entender la propuesta de Hayek, es decir que lo que él proponía no es más que permitir la libre coexistencia de las distintas monedas de cada nación en cada país sin ningún tipo de restricción, de forma tal que queden expuestas aquellas monedas que mantienen su valor de maneras no auténticas y primen las monedas que si se sostengan en un valor real. Al leer esta propuesta es fácil imaginar en práctica este sueño de descentralización, cuanto menos sería curioso, pero lo cierto es que al unísono que sucede con la mayoría de ideas de la escuela austríaca, ningún país estaría dispuesto a perder su inacabable prerrogativa de crear dinero[47].

La propuesta de Hayek consta de una intención vital que celebran todos los austriacos: arrebatar al gobierno el monopolio de la creación del dinero. Entender esto no es demasiado complicado, de hecho se mencionó antes en este trabajo, pues, atar la producción monetaria al gobierno vincula a la moneda a una incontable serie de presiones; pero la idea de Hayek también amplia totalmente la visión al sugerir que la producción de dinero pase de manos del gobierno a entidades privadas en conjunto con la concurrencia de otras monedas, como se venía explicando[48].

En este sentido, la extensa propuesta de Hayek se encuentra excelentemente explicada en su ensayo, pero al momento de su publicación su notable autor reconoció que carecía de experiencia empírica para teorizar a ciencia cierta sobre cómo funciona dicha propuesta y que más bien basaría su argumentación en su interpretación sobre la teoría básica de la economía y pseudo casos donde pudiese, de alguna forma, intentar analizar las consecuencias plausibles de lo que proponía; naturalmente, la idea de ceder el monopolio de la producción de dinero a entidades privadas y además la concurrencia de distintas monedas supone una serie de problemas que bien podrían ser temas para tesis de doctorado[49].

A los efectos de este trabajo concierne que la idea de Hayek se vió representada de una forma mucho más reducida en comparación con sus pretensiones iniciales, toda vez que DeFi ha venido operando de una forma presumiblemente similar al ideal que Hayek plantea, pues existen condiciones en las que hay libertad bancaria, libertad de comercio y el monopolio de emisión de dinero no lo concentra ningún gobierno, incluso sucedió la selección natural entre monedas y entidades privadas son las que ponen a disposición del público una oferta monetaria que consta de un determinado paquete de ventajas.

A propósito de la oportuna pregunta que se realizó antes: ¿si es un buen momento para DeFi, por qué no oro? Hayek explica en las conclusiones de su propuesta que el patrón oro no es la solución, aún cuando se trata de un sistema sólido, la verdad es que ante una serie de ofertas monetarias realizadas por distintas entidades privadas, el oro no habría de salir necesariamente campeón; pero así se recae en la prioridad del austriaco: es necesario arrebatar el monopolio de la moneda al Estado y entregárselo a entidades emisoras privadas si lo que se quiere es que sobreviva la economía de mercado[50].

Ya había quedado más que claro que DeFi no reúne los requisitos ni las condiciones necesarias para poder ser implementada por sí misma de forma masiva, como se presupone al inicio de este ensayo, lo que había quedado al aire era su implementación conjunta con vertientes de TradFi y CeFi operativas en el gran campo de juego que suponen DeFi. A la luz de las relaciones aquí establecidas, se vuelve posible afirmar que este sistema conjunto pudiese adquirir un tono optimista de ser bien implementado, dicha implementación pasa por redefinir el rol de los bancos y su papel en las operaciones bancarias -valga la redundancia.

De esta forma, la viabilidad actual de DeFi como un supuesto sistema de economía global se sostiene, si y sólo si, las finanzas tradicionales recurren a decentralized finance y al mercado de cripto activos. Un posible enfoque es que DeFi sea usado para descentralizar el sistema de pagos interbancarios y arreglos bancarios que hoy en día se lleva a cabo con las reservas de los bancos centrales como principal fuente de dinero para arreglar pagos de este estilo[51].

Al examinar la dinámica moderna de pagos y acuerdos bancarios queda al descubierto que las relaciones entre bancos centrales, bancos comerciales y entidades no bancarias del sector privado se encuentran fundadas en las reservas bancarias de los primeros dos, y más importante, son las reservas de los bancos centrales las que son usadas de forma exclusiva como medios de prestamo de último recurso y en conjunto una compleja práctica de intereses sobre reservas de bancos comerciales[52].

El dichoso uso de las DeFi, bajo el análisis de este complejo esquema bancario, pasa por la colocación del dinero fiduciario y las reservas bancarias en decentralized finance, más precisamente en una permissioned ledger que tenga como requisito de acceso que el usuario comparta sus datos reales[53] y que además establezca un sistema mediante el cual la persona que se encuentre adquiriendo la deuda pueda asegurar el pago de la misma en condiciones de tiempo razonables[54].

Lo que se busca con esta última aproximación es eliminar el rol de los bancos centrales como prestadores de último recurso y restringir la puesta en práctica de políticas de emisión monetaria que pongan en riesgo la estabilidad financiera, por medio del traslado de dinero fiduciario y bancario a una red de carácter especial y con las características únicas de DeFi en donde se cumplan las siguientes condiciones: (i) los mecanismos para garantizar el pago de las deudas por parte de los deudores, (ii) por medio del pago diligente de deudas limitar la emisión de dinero por parte de los bancos y (iii) motivar un encuentro entre la modernización de las TradFi y las alternativas en crecimiento presentes en el ecosistema DeFi[55].

Conclusiones

Así las cosas, es posible responder que la implementación propiamente autónoma de DeFi como un sistema que sustituya al sistema actual no es del todo posible, a la luz de varios problemas como la volatilidad de las monedas en el ecosistema DeFi, los problemas de seguridad, entre otros mencionados en el desarrollo de este ensayo. No obstante, los eventos más recientes de la actualidad han propiciado una oportunidad única para el acercamiento de las tecnologías y el desarrollo de las mismas, lo que permite considerar una implementación conjunta de DeFi y una serie de vertientes adaptadas de TradFi.

Adicionalmente, también queda claro que decentralized finance es en efecto una idea compatible con las ideas de la escuela austríaca de economía, comprendiendo que su implementación óptima puede resultar beneficiosa para alcanzar los ideales expresados por la escuela. Al respecto, conviene resolver que la implementación de DeFi en la actualidad puede ser abordada desde varios puntos de vista: (i) con la implementación de CBDCs como stablecoins que se mantengan propiamente y conjuntamente, (ii) adaptar el sistema bancario al mundo de las criptomonedas con la finalidad de restringir el monopolio de la emisión monetaria y generar un ideal mucho más austriaco de la economía; ciertamente, es posible concluir que, a la fecha, la implementación de DeFi requiere de una coexistencia con los sistemas de finanzas tradicionales.

Por último, fue posible apreciar cómo DeFi recordaba de cierta forma a la propuesta de desnacionalización monetaria de Hayek, adicionalmente un análisis variado permitió observar cómo el interés creciente por DeFi indica que el diseño de las mismas seguirá presente en el acontecer mundial y que las cripto monedas llegaron para quedarse, lo curioso del asunto es que de una forma u otra, el acercamiento con DeFi puede significar un primer paso hacía un ideal austriaco y una revolución económica sin precedentes.

Las DeFi sí pueden llegar a ser el siguiente paso en la teoría monetaria sugerida por la escuela austriaca de economía, es más, son las reflexiones y teorías de la escuela austriaca las que hoy se observan en los ideales que dieron inicio a DeFi, donde se apunta un ideal descentralizado de las finanzas y se pretende otorgar un nivel distintivo de libertad monetaria y cambiaria, por no mencionar que son entidades privadas las que emiten la oferta monetaria.

Autor: Raul Ruiz

Mención honorífica. Concurso de ensayo libre «Aportes de la Escuela Austriaca de Economía, a los 150 años de fundada». Auspiciado pro CEDICE Libertad y el Instituto Libre Desarrollo

 


Bibliografía

  1. Rothbard, Murray. «La Teoría Austriaca del Dinero», en The Foundations of Modern Austrian Economics, comp. por Edwin G. Dolan. Kansas: Sheed & Ward, INC., 1976.

Referencias: